Garantizar que las turbinas de gas funcionen con la máxima eficiencia es un objetivo principal para los operadores. En el clima económico actual, cualquier cosa que aumente la productividad y, por lo tanto, las ganancias, es claramente bienvenida. Desde un punto de vista ambiental, también es importante que las turbinas funcionen de la manera más eficiente y produzcan la menor cantidad de emisiones posible. Afortunadamente, hay varias formas de mejorar el rendimiento de la turbina de gas. El control de la humedad y la temperatura del aire que ingresa a la entrada de combustión es uno de los más importantes, ya que tiene un efecto directo en la eficiencia, las emisiones y la confiabilidad operativa de la turbina.