La electricidad puede ser muy peligrosa si no se respeta y mortal si no se utilizan los instrumentos adecuados.
Un multímetro bien diseñado lo protegerá contra la electrocución y las explosiones por arco eléctrico. Contará con una categoría de seguridad III, así como con la certificación de un laboratorio de pruebas externo e independiente. Si el instrumento no está correctamente clasificado y certificado no será posible saber si este ofrece la protección necesaria frente a transitorios eléctricos que puedan provocar la ruptura del aislamiento o una explosión por arco eléctrico.
Por eso Fluke se toma muy en serio las pruebas de sus productos. El laboratorio de conformidad de productos exige que los instrumentos de medida y prueba cumplan con creces las normas establecidas y que no solo cumplan los requisitos de seguridad sino que los superen. «Nuestros instrumentos se someten a una serie de pruebas que simulan circunstancias posibles y usos incorrectos reales que hemos podido conocer a través de nuestros clientes», explica Thomas Smith, Director de Conformidad de Productos. «Cuando estamos seguros de que los instrumentos demuestran un nivel suficiente de seguridad y robustez sabemos que podrán ofrecer también un alto nivel de protección en el mundo real».
De hecho, antes de que los productos de Fluke sean certificados por terceros, Fluke los somete a una serie de pruebas de seguridad y rendimiento. Se hornean, congelan, sumergen en agua, asfixian en nubes de polvo, se someten a grandes vibraciones y descargas eléctricas, e incluso se arrojan contra el suelo.